Si te lo tomas en serio, enseñar puede ser algo muy duro. Cada estudiante es único, tiene su propia forma de aprender y sus propias capacidades, intereses, experiencias y motivaciones. Y cada uno necesita una atención personalizada que el maestro debe prestar en cuerpo y alma.
Nunca debemos olvidar:
1.-Dedicar tu vida a hacer lo que es realmente importante es una gran satisfacción, y enseñar lo es.
2. Recuerda a aquellos profesores que influyeron en tu vida positivamente. ¿Qué hicieron? ¿Cómo se las arreglaron para proporcionarte lo que necesitabas? Sigue su ejemplo.
3. Sé consciente de que no sólo estás enseñando una asignatura, estás abriendo mentes y corazones, estás modelando vidas.
4. Apasiónate por tus alumnos, por aprender, por vivir, por la asignatura que enseñas. El entusiasmo es contagiosos.
5. Escucha y respeta los sueños de tus alumnos. Y anímalos a alcanzar otros todavía mayores
6.Acepta a cada uno como persona íntegra que es.
7.Infunde confianza a tus alumnos; que se den cuenta de lo importantes que son, de que el mundo puede ser mejor porque ellos forman parte de él.
8.Ayuda a tus alumnos a descubrir sus dotes personales, a realizarse, a superarse
en definitiva....Tu influencia en la vida de tus alumnos tiene resultados positivos. ¡Da gracias por ser profesor!
1 comentario:
ama lo qu hagas,,, es lo mejor,,, y me quedo con educa a los niños para no castigar a los adultos... o eso de mirar los ojos.... no hay formula magica... solo ama... y sonrie... ya lo decia mary poppins.. un poco de azucar en la pildora qe das...
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